
es un enfoque pedagógico en el que los estudiantes aprenden un idioma extranjero de manera intensiva, involucrándose activamente en el uso del idioma en situaciones reales o simuladas. Este método va más allá de las clases tradicionales de gramática y vocabulario, ya que busca que los estudiantes se rodeen del nuevo idioma en todos los aspectos de su vida cotidiana, lo que facilita un aprendizaje más natural y efectivo.
los estudiantes pueden participar en actividades en las que se comuniquen principalmente en el idioma objetivo, como juegos, proyectos, debates, y prácticas culturales. Además, en muchos programas de inmersión, los estudiantes se sumergen en un entorno en el que el idioma extranjero se utiliza no solo para aprender la lengua, sino también como herramienta para estudiar otras materias, como ciencias, historia o matemáticas.
El programa tiene como objetivo no solo enseñar el idioma, sino también proporcionar una comprensión más profunda de la cultura y las costumbres asociadas con él. Se busca que los estudiantes se familiaricen con el idioma de una manera práctica, desarrollando habilidades lingüísticas en contextos reales y significativos.
En resumen, una inmersión en lenguas extranjeras es una experiencia de aprendizaje intensiva y envolvente que fomenta la adquisición natural de un idioma a través de la práctica constante en contextos diversos y auténticos.